¿Es el deporte bueno para la salud, especialmente para el corazón?
Existe la creencia popular de que el deporte es bueno para la salud. Si bien es cierto que la repetición de un esfuerzo físico moderado favorece la salud cardiovascular, a partir del momento en que se empuja la máquina, sea cual sea el deporte, los efectos sobre el corazón ya no serán de un solo orden: habrá algunos buenos, pero también algunos malos (17).
Así, se encuentran calcificaciones mucho mayores en corredores de maratón de buen nivel que en personas sedentarias de la misma edad (18).
Un seguimiento a personas de 25 años que practican deportes de resistencia muestra que los deportistas más asiduos son también aquellos cuyas arterias están más obstruidas por el calcio (19).
Estos resultados, que podrían parecer paradójicos, han sido confirmados por otros estudios (20 - 21).
Entrenamiento de fuerza, rigidez arterial y calcificación
A diferencia del trabajo de resistencia moderado, que tiende a reducir la rigidez arterial, el entrenamiento con pesas y, en general, el entrenamiento de fuerza, tienden a aumentar la rigidez arterial a largo plazo. Esto es normal, ya que cuanto más pesado es el entrenamiento, más bruscos son los aumentos de tensión (22 - 23).
Para evitar que las "sobrecargas" provoquen hemorragias, las paredes arteriales se fortalecen en lugar de permanecer delgadas y frágiles. A cambio de este refuerzo, pierden su flexibilidad. Esta reacción a largo plazo no es necesariamente patológica, ya que es una respuesta fisiológica normal. Sin embargo, si a este exceso de rigidez se le añade la calcificación, el cóctel puede volverse explosivo y provocar fácilmente problemas cardíacos (24).
En este contexto, la suplementación continua con vitamina K2 tiene sentido en el contexto del entrenamiento con pesas o incluso del trabajo de resistencia intenso.